Las remesas, salvación de la familia cubana.
Continuación de "Las Remesas..."
No es tan humanista nuestro Socialismo cuando ha subido 5 años mas el periodo de trabajo del ciudadano y este después de los 65 solo vive unos días, luego ya el Estado no tiene que pagar pensión porque estas no se heredan. Han pasado 60 años y hablamos, comemos, vestimos, bebemos, bailamos, almorzamos, olemos y viajamos en Dólares falsos cuando recibimos después de un mes de esfuerzo un salario en Moneda Nacional, cuya expresión mínima anda en 225 pesos mensuales. Después de 60 años estamos rodeados de Marabu, tenemos una agricultura estatalmente improductiva. No hay ganado y todo lo que se deriva de el, no hay recursos ni tecnología y el Estado cubano se ha acomodado a exportar lo mejor que se produce. Pregunte a cualquier visitante que ha pasado en su país en los últimos 60 años. Indudablemente que nuestro Robbins Hood son las remesas y lo serán hasta que haya una Revolución dentro de la Revolución que sea capaz de cambiar todo el conceptualismo revolucionario que cataliza la corrupción y merma las posibilidades del ciudadano común. Los máximos cargos en la dirección de la República esta en la presencia de hombres de una avanzada edad y se hace necesario que asuma la juventud para con nuevas ideas y cambios metodológicos el país salga adelante. Luego vendrá el precio módico y el salario justo. Dejaremos atrás el armamentismo y el subsidio de tantas organizaciones y unidades militares que a la postre constituyen organismos parásitos.
Ya es una moda tener un pariente en el extranjero y por supuesto es una moda la remesa. Quien tenga padrino que se bautice, como dice el viejo refrán. Es una realidad. Esa remesa sustenta al Gobierno y favorece al pueblo de Cuba. En realidad muchos abandonaron este barco para ayudar a su familia fundamentalmente con la alimentación. Quien no tenga parientes humanizados, que consiga un poco de calma y espere los cambios futuros tratando de evitar que antes sea sembrado en el cementerio. Afortunadamente el Gobierno Estadounidense no ha descubierto un método efectivo para evitar la fuga de su capital. Las columnas que sustentan este complicado Socialismo cubano son el miedo, la mentira y el control. Hay que fundir columnas de valentía y verdad y exigir que los precios y los servicios no sean descomunalmente caros y los salarios extremadamente bajos. RJA.
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